sustentabilidad

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3.2.1 INVENTARIOS DEL CICLO DE VIDA (ICV)

El análisis del Inventario del Ciclo de Vida (ICV) cuantifica los consumos de materias primas y energía junto con todos los residuos sólidos, emisiones a la atmósfera y vertidos al agua (las cargas medioambientales) derivados de todos lo procesos que están dentro de los límites del sistema. Los resultados de un estudio de ese tipo generan un inventario de las cargas medioambientales asociadas a la unidad funcional.
Como ejemplos de unidades funcionales más comúnmente utilizadas en el contexto de la gestión de residuos pueden citarse:
por peso unitario de residuos sólidos urbanos.
por número de unidades de equivalentes domésticos de residuos sólidos recogidos
cantidad de residuos sólidos recogidos de un área geográfica dada.
INVENTARIO DEL CICLO DE VIDA DEL MANEJO INTEGRAL DE RESIDUOS SÓLIDOS
ASPECTOS GENERALES
Una herramienta que ha sido de suma utilidad para llevar a cabo un manejo integral de los residuos sólidos (MIRS) es el Inventario de Ciclo de Vida (ICV). El ICV comienza en el momento en que un material se convierte en residuo (es decir, pierde su valor comercial), y termina cuando deja de convertirse en residuo y se convierte en un producto útil, en energía aprovechable o en un material inerte en el relleno sanitario. Las “entradas” o insumos en un sistema de MIRS son los residuos sólidos, la energía y otras materias primas. Las “salidas” o productos del sistema pueden ser materiales útiles “revalorizados” (reutilizados, reciclados, derivados a composta o incinerados con recuperación de energía), emisiones al aire o agua, y materiales inertes que se disponen en los rellenos sanitarios.
Una vez que se ha descrito el sistema de manejo de residuos, deben calcularse en términos cuantitativos las “entradas” y “salidas” de cada opción de tratamiento, utilizando datos fijos para cada tipo de tratamiento. La falta de datos confiables es un problema que se presenta en el ICV.
Los resultados de los modelos de ICV en el caso de los residuos sólidos se expresan como: consumo neto de energía, emisiones al aire, emisiones al agua, volumen de materiales dispuestos en rellenos sanitarios (inertes), materiales recuperados, cantidad de composta, tasa de recuperación de materiales y tasa de desviación de materiales que estaban destinados a rellenos sanitarios.
La utilidad del ICV en el manejo de los residuos sólidos se centra en la evaluación de la eficiencia ambiental. El ICV contribuirá a determinar la combinación óptima de manejo integrado de las opciones (compostaje, tratamiento térmico, rellenos sanitarios, etc.) que minimicen tanto el consumo de energía y materias primas, como la generación de emisiones al agua y aire así como la cantidad de materiales inertes que se disponen en los rellenos sanitarios.
También debe enfatizarse que un ICV no permite decidir automáticamente cual es la “mejor” estrategia de manejo de residuos sólidos. Un ICV enfocado al manejo de residuos sólidos proporcionará una lista de consumo de energía, emisiones al aire, agua y suelo y predecirá también las cantidades de productos útiles que se generan de los residuos, tales como composta, materiales secundarios y energía útil. El mejor sistema para cualquier región dependerá de las necesidades y prioridades locales, tales como la necesidad de reducir los requerimientos de los residuos, o la necesidad de reducir las emisiones al agua o aire. De este modo, el ICV es una herramienta que apoya la toma de decisiones, no una herramienta que automáticamente toma las decisiones. La selección del mejor sistema de MIRS para cada región requerirá que todavía se tome una decisión, pero el ICV proporciona información ambiental adicional y global que puede ser muy útil en el proceso de toma de decisiones.
MODELOS DE COMPUTADORA DE ICV PARA EL MANEJO INTEGRAL DE RESIDUOS SÓLIDOS
El primer modelo de computadora completo de ICV para el MIRS estuvo disponible a partir de 1995, como parte del libro “Integrated Waste Management: A Lifecycle Inventory” (White et al.). Este modelo predice las entradas y salidas ambientales globales de los sistemas de residuos sólidos municipales e incluye un modelo económico paralelo. El modelo fue diseñado como una herramienta de apoyo en la toma de decisiones para quienes manejan los residuos y que necesitaban decidir entre varias opciones de manejo de residuos. El modelo se ha aplicado en Europa, América del Sur y Asia para ayudar a diseñar sistemas locales y regionales de manejo de residuos. A partir del 2000 estará disponible una versión mejorada de este modelo, que es más flexible y fácil de utilizar, y que contiene datos actualizados.

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